El magnetismo del adepto
Debe tenerse presente al valorar estos cargos que un ocultista entrenado, especialmente si es de alto grado, tiene una personalidad extremadamente magnética, la cual puede ser perturbadora para quienes no están habituados a fuerzas psíquicas de alta tensión.
Pues mientras que la persona que está madura para el desarrollo desenvolverá la conciencia superior rápidamente en la atmósfera de un iniciado de alto grado, la persona que no está preparada puede encontrar estas influencias profundamente perturbadoras.
Un adepto que consiente a personas inadecuadas y entra a su campo magnético merece ser inculpado por su falta de discriminación y discreción, pero no puede con justicia ser acusado de abuso de poderes ocultos.
El emana fuerza involuntariamente y no puede evitarlo. Los más grandes adeptos siempre viven en reclusión, pues no sólo necesitan soledad para su trabajo, sino que su influencia sobre almas no preparadas produce una reacción demasiado violenta, y puedes acabar en la Cruz o con la copa de cicuta.
- Dion Fortune



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