Tu mundo diario es una interfaz

 

“El mundo de nuestra experiencia diaria (el de las mesas, sillas, estrellas y personas, con sus formas auxiliares, olores, sensaciones y sonidos) es una interfaz específica a la especie, de un reino mucho más complejo y cuya característica esencial es conciente.

Es improbable que los contenidos de nuestra interfaz se asemejen a ese reino. De hecho, la utilidad de una interfaz requiere que no lo hagan, ya que el sentido de una interfaz, como Windows en una computadora, es la simplificación y facilidad de uso.

Hacemos clic en iconos, ya que esto es más rápido y menos propenso al error que editar megabytes de software o alternar voltajes en circuitos.

Las presiones evolutivas dictan que nuestra interfaz específica a la especie, debe ser una radical simplificación, seleccionada no por su representación exhaustiva de la realidad sino por su mutable pragmatismo de supervivencia.”