Crear una cadena mágica es establecer una corriente magnética

"La Gran Obra en la magia práctica, después de la educación de la voluntad y la creación personal del mago, es la formación de la cadena magnética, y este secreto es verdaderamente el del sacerdocio y la realeza.

Formar una cadena magnética es dar origen a una corriente de ideas que produce fe y que conduce a un determinado círculo de manifestaciones a través de actos un gran número de voluntades.

Una cadena bien formada es como un remolino que atrae y absorbe todo." "Todo entusiasmo propagado en la sociedad debido a una serie de comunicaciones y prácticas predeterminadas produce una corriente magnética que también es conservada o aumentada por esa corriente.

El efecto de la corriente es encantar y a menudo estimular demasiado a personas impresionables y débiles, a constituciones excitables y temperamentos propensos a la histeria o a las alucinaciones.

Estas personas pronto se convierten en poderosos vehículos del poder mágico y proyectan fuertemente la luz astral en la misma dirección de la corriente, por lo que oponerse a las manifestaciones de poder es en cierto modo luchar contra el destino.

Crear una cadena mágica es establecer una corriente magnética que se vuelve más fuerte dependiendo de la longitud de la cadena.

La tina de madera de Mesmer era una cadena bastante imperfecta; muchos grandes círculos de los iluminados, en varios países del norte, tienen cadenas más poderosas.

Incluso cierta sociedad de sacerdotes católicos famosa por sus poderes ocultos y su impopularidad (Es decir, la orden de los jesuitas] se estableció de acuerdo con el plan y siguiendo los requisitos de las cadenas mágicas más poderosas.

Y ese es el secreto de su poder, que atribuyen únicamente a la gracia o a la voluntad de Dios, una solución vulgar y fácil a todas las cuestiones relativas a los efectos del poder sobre la influencia o sobre los impulsos inconscientes."

"El gran agente mágico, que hemos llamado luz astral, que otros llaman alma del mundo, al que los antiguos alquimistas se refieren con los nombres de Azoth y Magnesia.

Esta fuerza oculta única e indiscutible es la clave de todas las influencias, el secreto a todos los poderes; es el dragón volador de Medea, la serpiente misteriosa del Edén; es el espejo universal de las visiones, el nudo de las simpatías, la fuente del amor, de la profecía y de la gloria.

Tomar posesión de este agente es tener los poderes de Dios mismo; toda magia real y eficaz, todo verdadero poder oculto, proviene de él, y todos los verdaderos libros de ciencia no tienen otro objetivo que demostrarlo.

Para tomar posesión del gran agente mágico se requieren dos operaciones: concentrarse y proyectar; en otros términos, fijar y mover.

El autor de todas las cosas proporcionó la estabilidad como fundamento y garantía del movimiento; el mago debe actuar de la misma manera."

"Reunir y dispersar son los dos verbos de la naturaleza; pero ¿cómo se reúne y cómo se dispersa la luz astral o el alma del mundo? Nos reunimos aislados y nos dispersamos a través de la cadena mágica".

-Eliphas Levi