Sobre la voluntad

 

Cada pensamiento, llama a la existencia, a la forma o al poder en el que pensamos; pero estas cosas no tienen vida, hasta que la vida les es infundida por la Voluntad. Si no reciben vida de la Voluntad, son como sombras y pronto se desvanecen.

Una fuerza de voluntad ejercida simplemente por el cerebro, es como la fría luz de la Luna, que no tiene poder para calentar las formas sobre las que cae.

La fuerza de voluntad, que da vida, proviene del corazón y actúa como los rayos del Sol, que hacen que la vida entre en acción en los minerales, las plantas y los animales.

Es lo que el hombre desea con su corazón, no lo que simplemente imagina con su cerebro, lo que tiene poder real.

Afortunadamente para la humanidad en general, este poder espiritual, que llama a las creaciones de la imaginación, a la existencia visible objetiva, está en posesión de muy pocos, de lo contrario el mundo estaría lleno de "monstruos", que devorarían a la humanidad; porque en nuestro estado actual de civilización, hay más personas que albergan malos deseos, que las que desean el bien.

Pero su voluntad, no es lo suficientemente espiritual para ser poderosa; sale más del cerebro que del corazón; por lo general, solo es lo suficientemente fuerte, como para dañar a quien creó el mal pensamiento y no afectar a los demás.

Así ven, cuán importante es que los hombres no lleguen a poseer poderes espirituales, hasta que se vuelvan virtuosos y buenos. Estos son misterios, que en otro tiempo se guardaban muy en secreto...